Profundizar en el análisis de las operaciones que realizan tanto las empresas como los empresarios individuales a lo largo del año es un buen camino para adquirir un conocimiento mayor de las situaciones empresariales específicas y poder así aprovechar las diferentes opciones que la legislación fiscal permite aplicar. El momento clave para llevar a cabo este análisis es el cierre del ejercicio del año fiscal, que no tiene por qué coincidir necesariamente con el año natural, aunque sí es la regla general.
Se trata de revisar nuestra fiscalidad y contabilidad con un objetivo principal, optimizar el resultado de la relación con la Agencia Tributaria.
Para aprovechar las distintas opciones de tributar que ofrecen las legislaciones fiscales de los distintos impuestos, en especial el Impuesto sobre Sociedades y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es importante conocer y saber aplicar de forma adecuada la normativa fiscal.
Para una mayor seguridad y mayor control de la situación, es de especial interés mantener una reunión pre-cierre con los asesores fiscales y contables para detallar la situación empresarial y la planificación futura.
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