Desde hace un tiempo la protección de datos progresivamente se ha hecho más fuerte y es que, el gran avance tecnológico ha aumentado en gran medida el intercambio de datos personales, cuya protección es un derecho fundamental según la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europa.
Así, el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), ha querido implantar una serie de medidas con el objetivo de reforzar la seguridad jurídica a nivel europeo, manteniendo un equilibrio entre la necesidad de control de las personas físicas sobre sus propios datos personales y la necesidad de mantener el progreso de la economía digital en el mercado interior, contando para ello con la ayuda de las autoridades públicas.
Para poder lograr estos objetivos, tanto las empresas como los autónomos van a tener que poner su granito de arena añadiendo nuevas tareas a las que ya llevaban siguiendo, entre otras, se incorpora la figura del Delegado de Protección de Datos, el cual debe ser nombrado por la empresa y tiene competencias en materia de coordinación y control del cumplimiento de la normativa de protección de datos. Además, existen otras nuevas medidas en relación a la evaluación de impacto del tratamiento de datos personales y la obligación de comunicación de fallos a la autoridad de protección de datos, entre otras.
Por otra parte, se han ampliado los derechos que tienen las personas físicas respecto a la protección de sus datos y algunos de los deberes que ya existían para las empresas. En cuanto a la obtención de consentimiento, esta ha sido reforzada dado que, a partir de ahora, deberá de existir una declaración del interesado o una acción positiva que manifieste su conformidad, lo que ha provocado el envío masivo de correos por parte de muchas empresas para poder mantener los datos de sus clientes o simplemente para cumplir el deber de obligación de informar sobre nuevos aspectos.
Todas estas medidas ya se han implantado en muchas entidades pero, debido al desconocimiento que se tiene aún de los nuevos cambios, se espera que la adaptación se realice progresivamente, suponiendo un avance en cuanto a los derechos de las personas físicas aunque, como ya se está empezando a ver, también un colapso para la gestión de muchos trámites frente a entidades públicas.