La reestructuración empresarial es un proceso fundamental para la adaptación y crecimiento de las empresas en un entorno económico dinámico. Ayuda a las sociedades a mantener la agilidad y flexibilidad necesarias para adaptarse a los cambios del mercado y de su negocio, optimizar sus operaciones y asegurar su supervivencia y crecimiento a largo plazo.
Este artículo explora en profundidad qué es la reestructuración de sociedades, cuándo es necesaria y cuáles son los tipos principales. Comprender mejor estos aspectos, te permitirán tomar decisiones informadas y estratégicas para guiar a tu empresa hacia un futuro más sólido y rentable.
¿Qué es la reestructuración empresarial?
La reestructuración de sociedades se refiere a la reorganización de la estructura operativa, financiera y jurídica de una empresa. Este proceso puede incluir fusiones, adquisiciones, escisiones, cambios en la estructura de capital y otras acciones destinadas a mejorar la eficiencia, reducir costes, y aumentar la competitividad en el mercado.
Tanto si estás lidiando con un rápido crecimiento que ha resultado en una estructura ineficaz, como si has enfrentado una caída en el mercado que requiere ajustes estratégicos, un proceso de reestructuración es lo que necesitas. Te ayudará a corregir estos desafíos y a preparar a tu empresa para enfrentar futuros desafíos.
La reestructuración empresarial implica reorganizar la estructura operativa, financiera y jurídica de una empresa. Esto puede incluir fusiones, adquisiciones, escisiones, cambios en la estructura de capital y otras acciones para mejorar la eficiencia, reducir costes y aumentar la competitividad.

¿Cuáles son los tipos de reestructuración empresarial?
La reestructuración de sociedades abarca diversas estrategias que las empresas utilizan para adaptarse y prosperar en un entorno competitivo y cambiante. Entre las más utilizadas se encuentran:
- Fusiones y Adquisiciones (M&A): La combinación de dos o más empresas para formar una nueva entidad o la adquisición de una empresa por otra.
- Escisiones: Separación de una empresa en varias entidades independientes para optimizar operaciones o enfocarse en áreas de negocio específicas.
- Disoluciones y Liquidaciones: Proceso de cierre de todas las operaciones comerciales de una empresa, incluyendo la liquidación de activos y el pago de deudas pendientes.
¿Qué es la fusión de una sociedad?
La fusión de una sociedad es un proceso de reestructuración empresarial mediante el cual dos o más empresas deciden unirse para formar una nueva entidad legal única. En este proceso, las entidades fusionadas combinan sus activos, pasivos y operaciones para operar como una sola empresa integrada.
Durante una fusión, las empresas involucradas pueden optar por formar una nueva entidad jurídica o una de las empresas puede absorber a las demás, manteniendo su propia estructura legal pero integrando completamente las operaciones de las empresas fusionadas.
Los objetivos estratégicos suelen impulsar este proceso, incluyendo la expansión de mercado, la adquisición de nuevas capacidades o tecnologías, la reducción de costes operativos y la mejora de la competitividad en el mercado.
La fusión de una sociedad es cuando dos o más empresas se unen para formar una nueva entidad legal única o una de las empresas absorbe a las demás. Este proceso combina activos, pasivos y operaciones en una sola empresa.
¿Cuáles son los tipos de fusión de empresas?
Existen varios tipos de fusiones de empresas, que varían según cómo se estructura la combinación de las entidades involucradas. A continuación, se describen los principales tipos de fusiones:
- Fusión por absorción
- Fusión por consolidación
- Fusión horizontal
- Fusión vertical
- Fusión conglomerada
- Fusión inversa
- Fusión por aportación parcial al activo
Fusión por Absorción
En este tipo de fusión, una empresa (llamada la empresa absorbente) adquiere y absorbe completamente a otra empresa (llamada la empresa absorbida).
La empresa absorbida deja de existir como entidad legal independiente, y todos sus activos y pasivos se integran en la empresa absorbente. Los accionistas de la empresa absorbida generalmente reciben acciones o dinero en efectivo de la empresa absorbente como compensación.
Fusión por Consolidación
En una fusión por consolidación, dos o más empresas se combinan para formar una nueva entidad legal completamente nueva.
Ninguna de las empresas originales sobrevive como entidad legal independiente. Se crea una nueva estructura de propiedad y operaciones, y los accionistas de las empresas originales se convierten en accionistas de la nueva entidad consolidada.
Fusión Horizontal
En una fusión horizontal, las empresas fusionadas operan en la misma industria y producen productos o servicios similares. El objetivo principal suele ser aumentar la participación de mercado, reducir costes operativos y fortalecer la posición competitiva en el mercado.
Fusión Vertical
En una fusión vertical, las empresas fusionadas están en diferentes etapas de la cadena de valor de un mismo producto o servicio.
Por ejemplo, una fusión entre un fabricante y un distribuidor de productos. El objetivo es integrar las actividades a lo largo de la cadena de suministro para mejorar la eficiencia, controlar costes y asegurar el suministro.
Fusión Inversa
Este tipo de fusión ocurre cuando una empresa más pequeña adquiere una más grande. Aunque es menos común, se utiliza para acceder a nuevos mercados, tecnologías o recursos financieros.
Fusión Conglomerada
En una fusión conglomerada, las empresas fusionadas operan en industrias completamente diferentes y no tienen relación directa en términos de productos o mercados.
El propósito principal puede ser diversificar el riesgo, aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento o entrar en nuevos mercados.
Fusión por Aportación Parcial al Activo
En este tipo de fusión, una compañía absorbe parte del patrimonio de otra y lo integra dentro de su estructura o bien constituye una nueva sociedad. Ambas empresas continúan existiendo de forma independiente.

¿Qué pasa con los trabajadores de las empresas fusionadas?
Cuando se lleva a cabo una fusión de empresas, el destino de los trabajadores de las empresas fusionadas puede variar según varios factores, incluyendo las políticas de recursos humanos de las empresas involucradas, las leyes laborales aplicables y las decisiones estratégicas de la nueva entidad fusionada. Aquí algunos escenarios típicos:
- Consolidación de personal: Puede ocurrir una consolidación de funciones y roles similares dentro de las dos empresas fusionadas. Esto podría resultar en la eliminación de duplicaciones de puestos y funciones, y en la reasignación o reducción de personal en algunas áreas.
- Retención de talento clave: Las empresas fusionadas suelen estar interesadas en retener el talento clave y los empleados de alto rendimiento que puedan aportar valor significativo a la nueva organización. Pueden implementarse programas de retención, incentivos y oportunidades de desarrollo profesional para estos empleados.
- Reestructuración y reubicación: Algunos trabajadores pueden experimentar cambios en sus roles, responsabilidades o ubicaciones geográficas debido a la reestructuración de la nueva entidad fusionada. Esto puede implicar movimientos dentro de la organización para optimizar la eficiencia operativa.
- Negociaciones colectivas: En casos donde los trabajadores estén sindicalizados, la fusión puede requerir negociaciones colectivas con los representantes sindicales para establecer nuevas condiciones laborales y contratos colectivos.
Es importante que las empresas fusionadas manejen la integración de los empleados de manera cuidadosa y estratégica para minimizar el impacto negativo en el personal y maximizar el potencial de sinergias organizacionales.
¿Cuándo conviene hacer una fusión de empresas?
La decisión de llevar a cabo una fusión de empresas debe basarse en una evaluación cuidadosa de diversos factores estratégicos, financieros y operativos. Algunas situaciones en las cuales podría ser conveniente considerar una fusión incluyen:
Sinergias y eficiencias: Cuando dos empresas pueden combinar recursos, capacidades y operaciones para crear sinergias que conduzcan a una mayor eficiencia operativa, reducción de costos y mejora de la rentabilidad.
Expansión de mercado: Una fusión puede permitir a las empresas acceder a nuevos mercados geográficos o segmentos de clientes que no podrían alcanzar individualmente, aumentando así su base de clientes y oportunidades de crecimiento.
Fortalecimiento competitivo: La fusión puede fortalecer la posición competitiva de las empresas fusionadas en su industria o mercado, permitiéndoles competir más efectivamente con rivales más grandes o más diversificados.
Diversificación y gestión de riesgos: Para diversificar riesgos en industrias o regiones específicas, especialmente cuando una empresa busca reducir su exposición a la volatilidad del mercado o a cambios regulatorios.
Innovación y tecnología: Cuando una empresa busca adquirir nuevas capacidades tecnológicas, innovadoras o de investigación y desarrollo que pueden ser clave para su crecimiento futuro.
Valor para accionistas: Cuando una fusión puede crear valor significativo para los accionistas de ambas empresas, ya sea a través de una mejora en el valor de las acciones, dividendos aumentados o beneficios fiscales.
En última instancia, una fusión exitosa requiere una planificación detallada, una evaluación exhaustiva de los riesgos y beneficios, y una ejecución cuidadosa para garantizar que se maximicen los beneficios potenciales mientras se minimizan los desafíos y las disrupciones para todas las partes involucradas.
¿Qué pasos hace falta para fusionar dos empresas?
La fusión de dos empresas es un proceso complejo que involucra una serie de pasos legales, financieros y operativos para asegurar una integración exitosa. A continuación, se presentan los pasos generales que usualmente son necesarios para fusionar dos empresas:
PASO 1: Planificación Estratégica
Definir los objetivos estratégicos de la fusión, incluyendo los motivos para fusionarse, los beneficios esperados y la visión de la empresa combinada.
PASO 2: Análisis Preliminar y Evaluación
Realizar un análisis exhaustivo de ambas empresas, incluyendo sus estados financieros, operaciones, activos, pasivos, cultura organizativa y estructura de propiedad.
PASO 3: Negociación y Acuerdo Preliminar
Llegar a un acuerdo preliminar entre ambas partes sobre los términos y condiciones de la fusión, incluyendo la estructura de la transacción, el intercambio de acciones o el pago en efectivo, y otras cláusulas importantes.
PASO 4: Due Diligence
Realizar una diligencia debida detallada para verificar la información financiera, legal y operativa de ambas empresas, asegurándose de identificar y mitigar riesgos potenciales.
PASO 5: Documentación Legal
Preparar la documentación legal necesaria, que puede incluir acuerdos de fusión, estatutos actualizados, contratos de empleados, entre otros documentos requeridos por las leyes aplicables.
PASO 6: Aprobaciones Regulatorias
Obtener las aprobaciones regulatorias necesarias de autoridades competentes, como organismos antimonopolio, comisiones de valores y otras autoridades gubernamentales, según sea necesario.
PASO 7: Asambleas de Accionistas
Convocar y llevar a cabo las asambleas de accionistas de ambas empresas para obtener la aprobación de los accionistas sobre la fusión propuesta.
PASO 8: Implementación de la Fusión
Ejecutar la fusión de acuerdo con los términos acordados, que puede incluir la integración de operaciones, recursos humanos, sistemas y cultura organizativa.
PASO 9: Comunicación y Gestión del Cambio
Comunicar efectivamente la fusión a empleados, clientes, proveedores y otras partes interesadas, gestionando el cambio organizacional y asegurando una transición suave.
PASO 10: Integración Post-Fusión
Continuar con la integración operativa y cultural de las dos empresas para asegurar la realización de sinergias y la maximización de beneficios esperados de la fusión.
Es importante destacar que cada fusión puede tener particularidades y requerimientos específicos según las circunstancias y las leyes locales. Por lo tanto, es recomendable contar con asesoramiento legal y financiero especializado para guiar el proceso de fusión de manera efectiva y cumpliendo con todas las normativas aplicables.
¿Qué es una escisión?
Una escisión, en el contexto empresarial, se refiere a la separación de una empresa en dos o más entidades independientes. Este proceso implica la división de los activos, pasivos y operaciones de la empresa original entre las nuevas entidades resultantes, conocidas como empresas escindidas.
Una escisión empresarial es un proceso de reestructuración empresarial en la que se separa una empresa en dos o más entidades independientes, dividiendo sus activos, pasivos y operaciones entre las nuevas empresas resultantes.
La escisión puede tener diferentes objetivos estratégicos, como:
Enfoque Estratégico
Separar partes específicas del negocio para enfocarse en áreas de negocio particulares. Por ejemplo, una empresa podría escindir su división de tecnología para enfocarse más en innovación, mientras que otra división se centra en operaciones básicas.
Optimización Operativa
Mejorar la eficiencia operativa y la gestión de recursos al permitir que cada entidad se centre en sus funciones principales sin las complejidades y las limitaciones de una estructura corporativa más amplia.
Valoración y Mercado
Crear valor para los accionistas al permitir que las partes del negocio se valoren de manera independiente y se adapten mejor a las expectativas del mercado y a las condiciones económicas.
El proceso de escisión generalmente implica un cuidadoso análisis legal, financiero y operativo para asegurar que se cumplan todos los requisitos legales y regulatorios, así como para minimizar cualquier impacto negativo en las operaciones continuas de la empresa y sus partes interesadas.
¿Cuántos tipos de escisión existen?
Existen tres tipos principales de escisiones:
Escisión Total
En una escisión total, una empresa se divide en dos o más entidades independientes y separadas. Cada entidad resultante asume la propiedad y gestión de partes específicas de los activos, pasivos y operaciones de la empresa original. Este tipo de escisión puede implicar la creación de entidades completamente nuevas o la distribución de acciones de las nuevas entidades entre los accionistas existentes.
La escisión total de una empresa es como dividir un árbol robusto en varios árboles más pequeños y vigorosos. Cada nuevo árbol crece independientemente, aprovechando sus propios recursos y espacio para prosperar sin ataduras a la estructura original.
Permite a cada entidad florecer con agilidad y adaptarse ágilmente a su entorno, sin las limitaciones de la organización original.

Escisión Parcial
En una escisión parcial, la empresa divide solo una parte específica de su negocio en una entidad separada. Esto puede incluir la segregación de una división o línea de negocio particular que pueda funcionar de manera más eficiente o ser más valiosa como entidad independiente. La escisión parcial permite a la empresa original mantener el control sobre otras partes de su negocio mientras se beneficia de la operación independiente de la nueva entidad escindida.
La escisión parcial de una empresa es como podar una rama fuerte y saludable de un árbol para plantarla como un árbol separado.
Igual que la rama separada puede crecer y prosperar con recursos dedicados, la entidad escindida puede operar de manera más eficiente y efectiva al tener su propia gestión y estrategia, mientras la empresa original conserva el control sobre otras áreas de su negocio.

Segregación
La segregación implica la separación de activos y pasivos específicos de una empresa para transferirlos a una nueva entidad independiente. A diferencia de la escisión total o parcial, donde se divide toda o parte significativa de la empresa, la segregación se centra en componentes específicos o activos individuales que pueden operar de manera más eficiente o estratégicamente separada.
La segregación de activos específicos de una empresa es como tomar un esqueje prometedor de un árbol y transplantarlo para que crezca independientemente. Mientras se mantiene la integridad estructural del árbol original, esta acción permite optimizar la gestión de activos particulares. Así, los activos segregados pueden desarrollarse de manera más eficiente, adaptándose óptimamente a las condiciones específicas de su entorno.

¿Cuándo conviene hacer una escisión?
La decisión de llevar a cabo una escisión empresarial depende de varios factores estratégicos y operativos. Aquí te presento algunas situaciones en las cuales podría ser conveniente considerar una escisión:
Enfoque Estratégico
Cuando una empresa desea concentrarse en áreas específicas de su negocio que puedan beneficiarse de una gestión más centrada y enfocada. La escisión permite separar divisiones o líneas de negocio para optimizar su rendimiento y estrategia sin las distracciones de otras operaciones.
Desinversión de Activos no Estratégicos
Si una empresa posee activos o divisiones que no están alineados con su estrategia principal o que no contribuyen significativamente a su crecimiento o rentabilidad, la escisión puede ser una opción para desinvertir en estas partes del negocio.
Mejora de Eficiencia Operativa
Al separar áreas de negocio que tienen diferentes necesidades operativas o que requieren diferentes enfoques estratégicos, la escisión puede mejorar la eficiencia operativa y permitir una gestión más ágil y adaptativa de cada entidad escindida.
Acceso a Financiación Específica
En algunos casos, la escisión puede facilitar el acceso a financiación específica para una parte del negocio que pueda tener mejores perspectivas de crecimiento o rendimiento independiente.
Valorización y Focalización del Valor del Mercado
La escisión puede ayudar a valorar de manera más precisa y atractiva las partes individuales del negocio en el mercado, lo que puede beneficiar a los accionistas al maximizar el valor de las acciones de las entidades resultantes.
Cumplimiento Regulatorio o Legal
En situaciones donde la estructura corporativa actual enfrenta restricciones regulatorias o legales que podrían aliviarse mediante la separación de ciertas actividades o activos.
Escisión de la rama inmobiliaria
Cuando se desea aislar, proteger o rentabilizar el patrimonio inmobiliario de la empresa, una escisión puede ser la vía adecuada para separar los activos inmobiliarios del resto de la actividad, simplificar la estructura societaria o preparar una futura venta.
Por ejemplo, cuando la vivienda habitual de un socio o administrador figura como inmueble en la sociedad, escindirla a una entidad patrimonial permite proteger ese activo y separarlo de los riesgos de la actividad empresarial.
Importante: La decisión de escindir debe ser evaluada cuidadosamente para asegurar que se maximicen los beneficios y se minimicen los riesgos para todas las partes involucradas, incluidos los empleados, los accionistas y otras partes interesadas.
¿Cómo puedo excluir un inmueble de una sociedad mediante una escisión?
Cuando una sociedad posee uno o varios inmuebles, como puede ser la vivienda habitual de un socio o administrador, puede surgir la necesidad de separar esos activos del resto de la actividad empresarial. Ya sea por protección patrimonial, eficiencia operativa, planificación sucesoria o preparación para una venta futura, la escisión de la rama inmobiliaria es una de las vías legales más eficaces para conseguirlo.
¿Cuál es el objetivo principal de la escisión de la rama inmobiliaria?
El objetivo más habitual es proteger el patrimonio inmobiliario frente a los riesgos de la actividad principal de la sociedad. También se utiliza para reorganizar estructuras empresariales, facilitar una venta parcial o traspaso generacional, o incluso para obtener ventajas fiscales bajo el régimen especial de escisiones.
Ejemplo común: cuando una sociedad es titular de la vivienda habitual de un socio o administrador, escindir ese inmueble a una nueva entidad patrimonial permite excluirlo del negocio principal y evitar que quede afectado en una venta, embargo o proceso concursal.
¿Qué requisitos deben cumplirse para que los inmuebles se consideren una actividad económica independiente?
Para que los inmuebles de una sociedad puedan ser considerados como una actividad económica independiente —y beneficiarse así del régimen fiscal especial de escisiones sin generar tributación inmediata— deben cumplirse ciertos requisitos establecidos principalmente en los artículos 76 a 87 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS):
Existencia de una rama de actividad inmobiliaria.
Los inmuebles deben formar parte de una unidad económica autónoma, es decir, un conjunto de elementos patrimoniales organizados de forma que puedan operar por sí mismos. Esto implica:
- Que los inmuebles estén afectos a una actividad económica, normalmente el arrendamiento habitual.
- Que existan medios materiales o humanos (por ejemplo, personal administrativo o contratos de gestión) dedicados a su administración.
- Que puedan ser identificados de forma diferenciada dentro de la contabilidad de la empresa, aunque no necesariamente con contabilidad separada.
Transmisión en bloque.
En la escisión, los activos y pasivos vinculados a esa rama inmobiliaria deben trasladarse en su totalidad como conjunto unitario, sin liquidarlos previamente. Esto asegura la continuidad funcional de la actividad en la nueva sociedad.
Motivo económico válido.
La operación debe responder a una razón empresarial legítima (protección del patrimonio, eficiencia operativa, reorganización, sucesión…), no simplemente a una finalidad fiscal. Esta exigencia aparece tanto en la Ley de Modificaciones Estructurales (Ley 3/2009) como en la LIS.
Atribución proporcional.
Los socios de la sociedad escindida deben recibir participaciones en la nueva sociedad beneficiaria proporcionales a su participación actual, tal como recoge el artículo 66 de la Ley 3/2009.
Compensación monetaria limitada.
Si se entrega dinero en lugar de participaciones, esta compensación no puede superar el 10% del valor nominal de las participaciones asignadas. Si se excede ese umbral, se rompe el equilibrio y se puede perder el beneficio fiscal.
Comunicación a la Agencia Tributaria.
Para aplicar el régimen fiscal especial, es necesario comunicar formalmente la operación a Hacienda y aportar la documentación que demuestre el cumplimiento de todos los requisitos.
¿Qué significa tener un motivo económico válido?
Tener un motivo económico válido significa que la operación de fusión o escisión debe estar justificada por una razón empresarial real y legítima, y no tener como único objetivo la obtención de ventajas fiscales. Esta exigencia está recogida tanto en la Ley de Modificaciones Estructurales de las Sociedades Mercantiles (Ley 3/2009) como en el artículo 89.2 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS).
La normativa fiscal permite aplicar un régimen especial de neutralidad —es decir, sin tributación inmediata— únicamente cuando la operación responde a fines económicos sólidos, como por ejemplo:
Proteger el patrimonio de la empresa (por ejemplo, escindir los inmuebles de la actividad principal para aislar riesgos).
Reorganizar el grupo societario para mejorar la eficiencia operativa o simplificar estructuras.
Preparar una sucesión o transmisión empresarial.
Separar líneas de negocio independientes para facilitar su gestión o futura venta.
Facilitar el acceso a financiación o inversión externa de manera más clara.

Por tanto, no basta con que la operación sea jurídicamente válida: es necesario acreditar que existe una lógica empresarial detrás que la justifique. En la práctica, esto implica poder demostrar que:
Hay una planificación estratégica documentada.
La escisión o fusión responde a una necesidad real de la empresa o del grupo.
Se ha realizado un estudio económico o jurídico previo.
Se pueden identificar beneficios operativos o de gestión derivados de la operación.
Si Hacienda considera que la operación tiene como única finalidad obtener un ahorro fiscal, puede denegar la aplicación del régimen especial, con las consecuencias tributarias que ello conlleva.
¿Qué impacto fiscal tendrá la escisión en la sociedad original y en la nueva entidad?
Aunque la escisión de inmuebles ofrece muchas ventajas, también implica ciertas obligaciones legales y fiscales. Estos son los puntos clave que debes tener en cuenta para hacerlo bien y sin sorpresas:
Responsabilidad solidaria
Según el artículo 70 de la Ley 3/2009, la sociedad escindida y la beneficiaria responden solidariamente de las obligaciones anteriores a la escisión, salvo pacto expreso con los acreedores.
Contratos y relaciones jurídicas
Es imprescindible revisar los contratos relacionados con los inmuebles (alquileres, suministros, seguros, hipotecas…), ya que algunos pueden requerir consentimiento de terceros o nueva firma con la sociedad beneficiaria.
Empleados y comunicación interna
Si existen trabajadores adscritos a la gestión del inmueble, deben ser informados y respetarse sus derechos laborales conforme al artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores y la Disposición adicional primera de la Ley 3/2009.s.
Fiscalidad y régimen especial
Si se cumplen los requisitos, puede aplicarse el régimen fiscal especial de escisiones recogido en los artículos 76 a 87 de la LIS, lo que implica:
- No se tributa por el Impuesto sobre Sociedades de forma inmediata
- Tampoco se generan impuestos en IRPF o IVA por la transmisión de los inmuebles
- Se mantiene el valor contable y fiscal de los bienes transmitidos
Además, es obligatorio comunicar la operación a Hacienda mediante el modelo correspondiente y aportar documentación justificativa.
¿Qué pasos hay que seguir para una escisión de sociedades?
El proceso de escisión de sociedades implica varios pasos fundamentales que deben seguirse para asegurar que la operación se realice de manera legal y efectiva. A continuación, te detallo los pasos típicos que se siguen en una escisión de sociedades:
PASO 1: Planificación estratégica
Antes de comenzar cualquier procedimiento formal, las empresas deben realizar una planificación estratégica detallada. Esto incluye identificar claramente las razones para la escisión, definir los objetivos de la operación y evaluar los posibles impactos financieros, operativos y legales.
PASO 2: Acuerdo de escisión
Las sociedades involucradas deben llegar a un acuerdo de escisión que establezca los términos y condiciones de la operación. Este acuerdo debe ser aprobado por los órganos competentes de cada sociedad, como las juntas de accionistas o los consejos de administración, dependiendo de la estructura de gobierno corporativo de cada empresa.
PASO 3: Auditoría y valoración
Es común realizar una auditoría y valoración de los activos y pasivos de la empresa antes de la escisión. Esto ayuda a determinar cómo se distribuirán los recursos entre las nuevas entidades resultantes de la escisión.
PASO 4: Elaboración del proyecto de escisión
Se debe elaborar un proyecto de escisión que incluya la descripción detallada de los activos, pasivos y contratos que serán transferidos a las nuevas entidades. Este proyecto también debe contener los estados financieros pro forma de las empresas resultantes después de la escisión.
PASO 5: Aprobación por los órganos sociales
El acuerdo de escisión y el proyecto de escisión deben ser aprobados por los órganos sociales competentes de cada sociedad, según lo establecido en sus estatutos y la legislación aplicable. Esto generalmente implica convocar y celebrar una junta general extraordinaria de accionistas o socios para obtener la aprobación requerida.
PASO 6: Información pública
Una vez aprobada la escisión por los órganos sociales, se debe publicar un anuncio en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) y en uno de los diarios de mayor circulación en el lugar del domicilio social de cada sociedad. Este paso es necesario para informar al público sobre la escisión y permitir cualquier objeción legal por parte de terceros interesados.
PASO 7: Inscripción en el Registro Mercantil
Finalmente, una vez cumplidos todos los pasos anteriores y tras la resolución de cualquier objeción legal, el acuerdo de escisión y otros documentos relevantes deben ser inscritos en el Registro Mercantil correspondiente. Esta inscripción formaliza la escisión y la hace efectiva desde el punto de vista legal.

¿Qué pasa con los trabajadores después de la escisión de una sociedad?
Después de la escisión de una sociedad, los trabajadores pueden enfrentar las siguientes situaciones:
- Transferencia a nuevas entidades: Los trabajadores pueden ser transferidos a las nuevas empresas creadas, manteniendo sus empleos y condiciones laborales para asegurar la continuidad operativa.
- Despidos o rescisiones de contratos: Algunos trabajadores podrían ser despedidos si no hay posiciones disponibles en las nuevas entidades o si sus funciones no son necesarias.
- Negociaciones y acuerdos laborales: Las empresas suelen negociar con los sindicatos para acordar la transferencia de empleados, condiciones de trabajo en las nuevas entidades y medidas para mitigar el impacto en los trabajadores.
- Protección de derechos laborales: Los trabajadores tienen derechos protegidos por la legislación laboral, incluyendo la continuidad de sus contratos, la preservación de beneficios acumulados y protección contra despidos injustificados o cambios adversos en sus condiciones laborales.
¿Qué es la disolución de una empresa?
La disolución de una empresa es un procedimiento legal y formal que marca el fin de la existencia jurídica de la sociedad. Es el primer paso hacia la liquidación de la empresa, donde se cierran todas las operaciones comerciales y se procede a la distribución de sus activos entre los acreedores y los accionistas. La disolución puede ser voluntaria, cuando los socios deciden poner fin a la actividad empresarial por diversos motivos estratégicos o económicos, o puede ser forzosa, dictada por circunstancias legales como insolvencia o incumplimiento grave de obligaciones legales.
La disolución de una empresa es un procedimiento legal y formal que forma parte de la reestructuración empresarial y marca el cierre de la existencia jurídica de la sociedad.
¿Cuáles son las causas de disolución de una sociedad?
Las causas de disolución pueden variar dependiendo de la legislación local, pero generalmente incluyen:
Conclusión del período de duración: Si la sociedad fue constituida por un plazo determinado y este llega a su fin sin que se decida prorrogarlo.
Imposibilidad de cumplir con los fines sociales: Cuando la empresa ya no puede llevar a cabo las actividades para las cuales fue creada, debido a cambios en el mercado, tecnología obsoleta, o cambios en las regulaciones que hacen inviable su operación.
Pérdidas que reducen el patrimonio neto: Si las pérdidas acumuladas son tan grandes que reducen el patrimonio neto de la sociedad por debajo de un límite legal establecido.
Acuerdo unánime de los socios: Cuando todos los socios están de acuerdo en disolver la sociedad, ya sea por motivos estratégicos, económicos o personales.
Causas establecidas en los estatutos: Algunas sociedades pueden incluir causas específicas de disolución en sus estatutos sociales, como conflictos irreconciliables entre socios o incumplimientos graves de obligaciones.
¿Se puede disolver una sociedad con deudas con Hacienda?
Sí, una sociedad puede disolverse incluso si tiene deudas con Hacienda. Sin embargo, es esencial cumplir con todas las obligaciones fiscales durante la liquidación. Esto incluye presentar y pagar los impuestos pendientes, así como elaborar y presentar la documentación necesaria ante la Agencia Tributaria. Es importante asegurarse de que no haya deudas fiscales al finalizar el proceso de liquidación. No cumplir con estas obligaciones puede resultar en sanciones y problemas legales para los administradores y socios de la sociedad disuelta.
¿Cómo se realiza la disolución de una sociedad?
La disolución de una sociedad se lleva a cabo siguiendo un procedimiento legal establecido:
PASO 1: Aprobación por los socios o accionistas
Se convoca una junta general extraordinaria donde se presenta y aprueba la disolución de la sociedad por la mayoría requerida según los estatutos sociales o la ley aplicable.
PASO 2: Redacción de la documentación
Se redacta el acta de la junta donde se recoge la decisión de disolución y se elabora el acuerdo de disolución, que detalla los términos y condiciones bajo los cuales se realizará la liquidación de la sociedad.
PASO 3: Presentación ante el registro mercantil
Se presenta la documentación ante el registro mercantil competente para su inscripción y publicidad, lo cual formaliza la disolución de la sociedad ante terceros y entidades públicas.
PASO 4: Inicio del proceso de liquidación
Una vez inscrita la disolución, se inicia el proceso de liquidación donde se venden los activos, se pagan las deudas y se distribuye cualquier remanente entre los accionistas según sus derechos.
Es importante seguir cada paso del proceso de disolución con rigurosidad y cumpliendo con todos los requisitos legales y fiscales para evitar problemas futuros y asegurar una transición ordenada hacia el cierre definitivo de la sociedad.
¿Qué pasa con los empleados de una empresa en liquidación?
Durante el proceso de liquidación de una empresa, los trabajadores se enfrentan a diversas situaciones dependiendo de las circunstancias y políticas internas:
- Despido o rescisión de contratos: Algunos trabajadores pueden ser despedidos debido al cese de actividades si no hay reubicación posible dentro del grupo o en la misma sociedad en liquidación.
- Derechos laborales y compensaciones: Los trabajadores tienen derecho a recibir compensaciones, indemnizaciones y prestaciones según la legislación vigente, incluyendo salarios pendientes, indemnización por despido, vacaciones no disfrutadas y parte de la gratificación anual.
- Proceso de negociación: Los sindicatos o representantes de los trabajadores pueden negociar condiciones adicionales durante la liquidación para proteger los derechos laborales y asegurar el cumplimiento de todas las obligaciones antes de la finalización de la empresa.
¿Cuáles son los tipos de liquidación?
Existen dos tipos principales de liquidación:
¿Cómo se hace una liquidación de una empresa?
La liquidación de una empresa implica varios pasos fundamentales:
PASO 1: Venta de activos
Se venden los activos de la empresa, que pueden incluir propiedades, inventarios, equipos y otros bienes, con el objetivo de obtener fondos para pagar las deudas pendientes.
PASO 2: Pago de deudas
Los ingresos generados por la venta de activos se utilizan para pagar las deudas de la empresa, incluyendo a proveedores, acreedores y otros obligacionistas.
PASO 3: Distribución del remanente
Una vez que todas las deudas han sido pagadas, cualquier remanente se distribuye entre los accionistas o socios de la empresa, según sus derechos y participaciones.
PASO 4: Elaboración del balance final de liquidación
Se prepara un balance final de liquidación que muestra los activos restantes, pasivos pagados y el remanente distribuido, asegurando que todas las transacciones estén documentadas y que se cumplan todas las obligaciones legales.
¿Cuál es el plazo para liquidar una sociedad?
El plazo para liquidar una sociedad puede variar significativamente dependiendo de la complejidad de la empresa, la cantidad de activos y pasivos involucrados, así como los procedimientos legales aplicables en el país correspondiente. Generalmente, se establece un plazo razonable para completar todas las actividades de liquidación. Esto incluye la presentación de informes finales, la cancelación de registros comerciales y la distribución final de activos a los accionistas o socios.
Sin embargo, este plazo puede extenderse debido a diversos factores. Por ejemplo, disputas legales pendientes, acuerdos de pago a largo plazo que necesitan ser negociados y cumplidos, así como procedimientos judiciales que pueden prolongar el proceso de liquidación. Estos elementos pueden añadir complejidad y tiempo adicional al proceso de liquidación, afectando la duración estimada inicialmente para su finalización.
¿Qué diferencia hay entre la disolución y la liquidación de una sociedad?
Disolución:
- Acto jurídico que pone fin a la existencia legal de una sociedad.
- Se realiza mediante una decisión formal de cerrar la sociedad, usualmente en una junta de accionistas o socios.
- Requiere la presentación de documentación ante el registro mercantil para formalizar el cierre.
- Marca el inicio del proceso de liquidación, pero no implica la venta de activos ni el pago de deudas.
Liquidación:
- Proceso de venta de activos, pago de deudas y distribución de activos restantes entre accionistas o socios.
- Incluye la venta de activos, cobro de deudas, pago a acreedores y distribución del remanente.
- Se prepara un balance final que documenta todas las transacciones financieras.
- Objetivo principal: cerrar las actividades de la empresa de manera ordenada y conforme a la ley.
- Concluye con la cancelación del registro mercantil y la extinción legal de la sociedad.
Reestructuración estratégica para crecer y adaptarse
La reestructuración empresarial mediante procesos como fusión, escisión, disolución y liquidación es clave a la hora de ajustar estructuras corporativas, mejorar la eficiencia operativa y alcanzar metas financieras.
En Heredia Cruces, contamos con servicios especializados en constitución y liquidación de sociedades, así como en fusiones y escisiones. Si estás pensando en transformar tu empresa, te podemos asesorar para que se desarrolle de forma efectiva y conforme a la normativa vigente.