Cuando una persona fallece, su testamento debería ser un instrumento que garantice una transición patrimonial clara y respetuosa con la voluntad del testador. Sin embargo, en la práctica, no siempre es así. En muchos casos, los herederos descubren con sorpresa disposiciones inesperadas, exclusiones injustificadas o incluso cambios recientes que levantan sospechas.
Imagina que, tras el fallecimiento de tu madre, descubres que ha dejado todo a un solo hijo, cuando siempre manifestó un deseo de repartir equitativamente. O que el testamento fue otorgado pocos días antes de morir, en un estado delicado de salud, sin que la familia lo supiera. ¿Se puede hacer algo en estos casos? La respuesta es sí: el testamento se puede impugnar, pero solo si se dan determinadas circunstancias legales.
En este artículo te explicamos cuándo es posible impugnar un testamento, qué causas lo justifican y qué pasos debes seguir para hacerlo con seguridad jurídica.
¿Es posible impugnar un testamento en España?
Sí. El testamento, aunque es un acto de última voluntad con valor legal, puede ser impugnado si se demuestra que no cumple con los requisitos que exige la ley.
La acción de impugnación puede iniciarse por parte de quienes tengan interés legítimo en la herencia (herederos forzosos, legatarios, etc.), y debe interponerse dentro del plazo legal, que en la mayoría de los casos es de 5 años desde la apertura de la sucesión (artículo 1964 del Código Civil).
No se trata de un proceso automático ni sencillo: exige argumentos jurídicos sólidos, pruebas concretas y asesoramiento legal especializado.
Causas más frecuentes para impugnar un testamento
A continuación, te explicamos las causas más habituales por las que se puede declarar nulo un testamento:
- Incapacidad del testador
Para que un testamento sea válido, el testador debe tener plena capacidad mental al momento de otorgarlo. Si padecía una enfermedad degenerativa (como Alzheimer en fases avanzadas), trastorno mental, o estaba bajo tratamiento que afectaba su juicio, podría impugnarse por falta de capacidad. - Falta de forma legal
El testamento debe cumplir unas formalidades legales estrictas. Por ejemplo, si no fue otorgado ante notario (en el caso de un testamento abierto), si no se respetaron las firmas o si falta algún requisito esencial, podría considerarse nulo. - Influencia indebida o coacción
En algunos casos, el testador puede haber sido presionado por un tercero (por ejemplo, un familiar o cuidador) para cambiar el testamento a su favor. Esta coacción o manipulación puede dar lugar a una impugnación por vicio en la voluntad. - Vulneración de la legítima
La ley protege a ciertos herederos (hijos, cónyuge viudo, padres) con una parte de la herencia que no puede ser eliminada salvo causa justificada. Si el testamento les priva de su legítima sin motivo legal, puede ser impugnado. - Existencia de un testamento posterior
El testamento más reciente revoca los anteriores, salvo disposición en contra. Si aparece un testamento posterior al que se ha presentado, este último prevalece. Puede impugnarse el anterior por haber quedado sin efecto.
¿Cómo actuar si crees que el testamento es injusto o inválido?
Si sospechas que el testamento no refleja la verdadera voluntad del fallecido o no cumple la ley, es clave actuar con prudencia, pero con rapidez. Te explicamos los pasos más recomendables:
- Consulta con un abogado especializado
No tomes decisiones precipitadas. Un profesional podrá revisar la documentación, valorar si existen indicios sólidos para impugnar y diseñar una estrategia legal. - Reúne pruebas
Especialmente si se alega incapacidad, coacción o irregularidades. Informes médicos, testigos, grabaciones, o incluso otros documentos del testador pueden ser útiles. - Inicia procedimiento judicial si procede
La impugnación de testamento es un proceso judicial. El juez valorará las pruebas y decidirá si el testamento es válido o no. Si se declara nulo, puede aplicarse un testamento anterior o abrirse la sucesión intestada (sin testamento).
¿Qué consecuencias tiene anular un testamento?
Cuando un testamento es declarado nulo, pierde toda validez jurídica. Esto significa que la herencia se reparte según:
- Un testamento anterior válido, si lo hubiera.
- O, en su defecto, según las reglas de sucesión intestada (heredan los hijos, padres o cónyuge por orden de prioridad).
También puede tener efectos fiscales o patrimoniales importantes: hay que rehacer el inventario de bienes, redistribuir cuotas hereditarias y rectificar escrituras, si ya se han inscrito.
Conclusión: impugnar no es sencillo, pero sí posible si estás bien asesorado
En Heredia hemos acompañado a muchas familias en procesos sucesorios complejos. Sabemos que impugnar un testamento no solo es una decisión legal: es un proceso emocional, que afecta a relaciones familiares y patrimonios importantes. Por eso, trabajamos con rigor, humanidad y estrategia.
Si crees que un testamento no es justo o legal, no actúes por impulso ni renuncies a tus derechos. Habla con un equipo que pueda darte seguridad jurídica, orientación fiscal y acompañamiento integral desde el primer momento.
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